Hace unos días veía un vídeo en Youtube acerca de un desafío de 30 días, el desafío consistía en decir cada día durante un mes 30 cosas que se amen, cualquier cosa, pueden ser objetos, personas, animales, plantas, colores, olores, sabores, actividades, en fin... Pero sin repetir, es decir 30 cosas nuevas cada día; yo decidí sumarme a este reto desde el martes como un plus para mí desafío de esta semana que consiste en centrarme en lo positivo en lugar de lo negativo.
Esta semana entonces, el reto es transformar cada experiencia en algo positivo y en lugar de señalar lo malo, fijar la mirada en esas cosas que disfrutamos, que nos gustan; en lo bonito de cada día, debo confesar que ayer olvidé mis 30 cosas, así que hoy dije 60 y la verdad es que se siente bastante bien, te llenas de felicidad, te identificas pleno, ves que la vida está colmada de belleza, de cosas positivas que a veces decidimos ignorar.
Al hacer estos retos semanales me he dado cuenta de lo instaurada que está la negatividad en nuestra especie, la gente tiende a quejarse todo el tiempo y lo ven como algo natural, llueve nos quejamos, hace sol nos quejamos, hay ruido nos quejamos, hay silencio nos quejamos, está temprano nos quejamos, está tarde nos quejamos; se nos ha vuelto una costumbre, cuando debería ser lo opuesto, ¿Qué tal si por una semana te propones tú también a dejarte bañar por el amor? ¿Qué tal si por 8 días decides amar la lluvia, amar el sol, amar los sonidos, amar los silencios, amar la madrugada, amar la noche..?
"Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas". - Rabindranath Tagore.
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