sábado, 10 de mayo de 2014

Alejandra Pizarnik, para la eternidad

A continuación haré una recopilación de algunos de mis poemas favoritos de Alejandra Pizarnik, espero que les gusten tanto como a mí.

LA ENAMORADA 

 esta lúgubre manía de vivir 
 esta recóndita humorada de vivir 
 te arrastra alejandra no lo niegues. 

 hoy te miraste en el espejo 
 y te fue triste estabas sola 
 la luz rugía el aire cantaba 
 pero tu amado no volvió 

 enviarás mensajes sonreirás 
 tremolarás tus manos así volverá 
 tu amado tan amado 

 oyes la demente sirena que lo robó 
 el barco con barbas de espuma 
 donde murieron las risas 
 recuerdas el último abrazo 
 oh nada de angustias 
 ríe en el pañuelo llora a carcajadas 
 pero cierra las puertas de tu rostro 
 para que no digan luego 
 que aquella mujer fuiste tú 

 te remuerden los días 
 te culpan las noches 
 te duele la vida tanto tanto 
 desesperada, ¿adónde vas? 
 desesperada ¡nada más! 

CANTO 

 el tiempo tiene miedo 
 el miedo tiene tiempo 
 el miedo 

 pasea por mi sangre 
 arranca mis mejores frutos 
 devasta mi lastimosa muralla 

 destrucción de destrucciones 
 sólo destrucción 

 y miedo 
 mucho miedo 
 miedo. 

CENIZAS 
  
 La noche se astilló en estrellas 
 mirándome alucinada 
 el aire arroja odio 
 embellecido su rostro 
 con música. 

Pronto nos iremos 
 Arcano sueño 
 antepasado de mi sonrisa 
 el mundo está demacrado 
 y hay candado pero no llaves 
 y hay pavor pero no lágrimas. 

 ¿Qué haré conmigo? 

 Porque a Ti te debo lo que soy 

 Pero no tengo mañana 

 Porque a Ti te... 

 La noche sufre.

NOCHE 
  
Quoi, toujours? Entre moi sans cesse et 
Le bonheur! 
G. DE NERVAL 
  
 Tal vez esta noche no es noche 
 debe ser un sol horrendo, o 
 lo otro, o cualquier cosa... 
 ¡Qué sé yo! ¡Faltan palabras, 
 falta candor, falta poesía 
 cuando la sangre llora y llora! 

 ¡Pudiera ser tan feliz esta noche! 
 Si sólo me fuera dado palpar 
 las sombras, oír pasos 
 decir <buenas noches> a cualquiera 
 que pasease a su perro, 
 miraría la luna, dijera su 
 extraña lactescencia, tropezaría 
 con piedras al azar, como se hace. 

 Pero hay algo que rompe la piel, 
 una ciega furia 
 que corre por mi venas. 
 ¡Quiero salir! Cancerbero del alma: 
 ¡Deja, déjame traspasar tu sonrisa! 

 ¡Pudiera ser tan feliz esta noche! 
 Aún quedan ensueños rezagados. 

 ¡Y tantos libros! ¡Y tantas luces! 
 ¡Y mis pocos años! ¿Por qué no? 
 La muerte está lejana. No me mira. 

A LA ESPERA DE LA OSCURIDAD 
  
 Ese instante que no se olvida 
 Tan vacío devuelto por las sombras 
 Tan vacío rechazado por los relojes 
 Ese pobre instante adoptado por mi ternura 
 Desnudo desnudo de sangre de alas 
 Sin ojos para recordad angustias de antaño 
 Sin labios para recoger el sumo de las violencias 
 Perdidas en el centro de los helados campanarios. 

 Ampáralo niña ciega del alma 
 Ponle tus cabellos escarchados por el fuego 
 Abrázalo pequeña estatua de terror 
 Señálale el mundo convulsionado a tus pies 
 A tus pies mueren las golondrinas 
 Tiritantes de pavor frente al futuro 
 Dile que los suspiros del mar 
 Humedecen las únicas palabras 
 Por las que vale vivir. 

 Pero ese instante sudoroso de nada 
 Acurrucado en la cueva del destino 
 Sin manos para decir nunca 
 Sin manos para regalar mariposas 
 A los niños muertos.

LA JAULA 
  
 Afuera hay sol. 
 No es más que un sol 
 Pero los hombres lo miran 
 y después cantan. 

 Yo no sé del sol. 
 Yo sé la melodía del ángel 
 y el sermón caliente 
 del último viento. 
 Sé gritar hasta el alba 
 cuando la muerte se posa desnuda 
 en mi sombra. 

 Yo lloro debajo de mi nombre. 
 Yo agito pañuelos en la noche 
 y sedientos de realidad 
 bailan conmigo 
 Yo oculto clavos 
 para escarnecer a mis sueños enfermos. 

 Afuera hay sol. 
 Yo me visto de cenizas.

LA DANZA INMÓVIL 
  
 Mensajeros en la noche anunciaron lo que no oímos. 
 Se buscó debajo del aullido de la luz. 
 Se quiso detener el avance de las manos enguantadas 
 que estrangulaban a la inocencia. 

 Y si se escondieron en la casa de mi sangre, 
 ¿cómo no me arrastro hasta el amado 
 que muere detrás de mi ternura? 
 ¿Por qué no huyo 
 y me persigo con cuchillos 
 y me deliro? 

 De muerte se ha tejido cada instante. 
 Yo devoro la furia como un ángel idiota 
 invadido de malezas 
 que le impiden recordar el color del cielo. 

 Pero ellos y yo sabemos 
 que el cielo tiene el color de la infancia muerta.

EXILIO 
  
A Raúl Gustavo Aguirre 

 Esta manía de saberme ángel, 
 sin edad, 
 sin muerte en que vivirme, 
 sin piedad por mi nombre 
 ni por mis huesos que lloran vagando. 

 ¿Y quién no tiene un amor? 
 ¿Y quién no goza entre amapolas? 
 ¿Y quién no posee un fuego, una muerte, 
 un miedo, algo horrible, 
 aunque fuere con plumas, 
 aunque fuere con sonrisas? 

 Siniestro delirio amar a una sombra. 
 La sombra no muere. 
 Y mi amor 
 sólo abraza a lo que fluye 
 como lava del infierno: 
 una logia callada, 
 fantasmas en dulce erección, 
 sacerdotes de espuma, 
 y sobre todo ángeles, 
 ángeles bellos como cuchillos 
 que se elevan en la noche 
 y devastan la esperanza.

CENIZAS 

 Hemos dicho palabras, 
 palabras para despertar muertos, 
 palabras para hacer un fuego, 
 palabras donde poder sentarnos 
 y sonreír. 

 Hemos creado el sermón 
 del pájaro y del mar, 
 el sermón del agua, 
 el sermón del amor. 

 Nos hemos arrodillado 
 y adorado frases extensas 
 como el suspiro de la estrella, 
 frases como olas, 
 frases con alas. 

 Hemos inventado nuevos nombres 
 para el vino y para la risa, 
 para las miradas y sus terribles 
 caminos. 

 Yo ahora estoy sola 
-como la avara delirante 
 sobre su montaña de oro- 
 arrojando palabras hacia el cielo, 
 pero yo estoy sola 
 y no puedo decirle a mi amado 
 aquellas palabras por las que vivo. 

LA NOCHE 
  
 Poco sé de la noche 
 pero la noche parece saber de mí, 
 y más aún, me asiste como si me quisiera, 
 me cubre la conciencia con sus estrellas. 

 Tal vez la noche sea la vida y el sol la muerte. 
 Tal vez la noche es nada 
 y las conjeturas sobre ella nada 
 y los seres que la viven nada. 
 Tal vez las palabras sean lo único que existe 
 en el enorme vacío de los siglos 
 que nos arañan el alma con sus recuerdos. 

 Pero la noche ha de conocer la miseria 
 que bebe de nuestra sangre y de nuestras ideas. 
 Ella ha de arrojar odio a nuestras miradas 
 sabiéndolas llenas de intereses, de desencuentros. 

 Pero sucede que oigo a la noche llorar en mis huesos. 
 Su lágrima inmensa delira 
 y grita que algo se fue para siempre. 

 Alguna vez volveremos a ser.

LA CARENCIA 
 Yo no sé de pájaros, 
 no conozco la historia del fuego. 
 Pero creo que mi soledad debería tener alas.

EL DESPERTAR 
  
A León Ostrov 
 Señor 
 La jaula se ha vuelto pájaro 
 y se ha volado 
 y mi corazón está loco 
 porque aúlla a la muerte 
 y sonríe detrás del viento 
 a mis delirios 
 Que haré con el miedo 
 Que haré con el miedo 
 Ya no baila la luz en mi sonrisa 
 ni las estaciones quemasen palomas en mis ideas 
 Mis manos se han desnudado 
 y se han ido donde la muerte 
 enseña a vivir a los muertos 
 Señor 
 El aire me castiga el ser 
 Detrás del aire hay monstruos 
 que beben de mi sangre 
 Es el desastre 
 Es la hora del vacío no vacío 
 Es el instante de poner cerrojo a los labios 
 oír a los condenados gritar 
 contemplar a cada uno de mis nombres 
 ahorcados en la nada 
 72 Señor 
 tengo veinte años 
  
 También mis ojos tienen veinte años 
 y sin embargo no dicen nada 
 Señor 
 He consumado mi vida en un instante 
 La última inocencia estalló 
 Ahora es nunca o jamás 
 o simplemente fue 
 ¿Cómo no me suicido frente a un espejo 
 y desaparezco para reaparecer en el mar 
 donde un gran barco esperaría 
 con las luces encendidas? 
 ¿Cómo no me extraigo las venas 
 y hago con ellas una escala 
 para huir al otro lado de la noche? 
 El principio ha dado a luz el final 
 Todo continuará igual 
 Las sonrisas gastadas 
 El interés interesado 
 Las preguntas de piedra en piedra 
 Las gesticulaciones que remedan amor 
 Todo continuará igual 
 Pero mis brazos insisten en abrazar al mundo 
 porque aún no les enseñaron 
 que ya es demasiado tarde 
 Señor 
 Arroja los féretros de mi sangre 
 Recuerdo mi niñez 
 cuando yo era una anciana 
 Las flores morían en mis manos 
 73 porque la danza salvaje de la alegría 
 les destruía el corazón 
 Recuerdo las negras mañanas de sol 
 cuando era niña 
 es decir ayer 
 es decir hace siglos 
Señor 
 La jaula se ha vuelto pájaro 
 Qué haré con el miedo.

SOMBRA DE LOS DÍAS A VENIR 
A Ivonne A. Bordelois 
 Mañana 
 me vestirán con cenizas al alba,  
me llenarán la boca de flores. 
.  Aprenderé a dormir 
 en la memoria de un muro, 
 en la respiración de un animal que sueña.

UN SUEÑO DONDE EL SILENCIO ES DE ORO 
 El perro del invierno dentellea mi sonrisa. Fue en el puente. Yo 
estaba desnuda y llevaba un sombrero con flores y arrastraba mi 
cadáver también desnudo y con un sombrero de hojas secas. 
 He tenido muchos amores – dije – pero el más hermoso fue mi 
amor por los espejos.

PD: Todos los poemas son creaciones de Alejandra Pizarnik y han sido tomados de http://sergiomansilla.com/revista/descargar/pizarnik__alejandra_-_poesia_completa.pdf sin ninguna intención de plagio.